miércoles, 11 de julio de 2012

Vertiente - RICARDO LUIS TROMBINO

Nacido en San Juan en 1959. Profesor en Carrera de Letras de la UNSJ. Investigador de literatura sanjuanina. Colabora con artículos y obra literaria en periódicos y revistas. Parte de su creación aparece en antologías. Ha publicado los libros de poesía El azar de las palabras (1993) Territorios de fin de siglo (2000) Persistencia lejana (2009). Edita la serie de plaquetas titulada Poemas de Necesidad y Urgencia. Ha recibido premios provinciales, regionales y nacionales. Como cantautor ha participado en diversos discos compactos editados en San Juan.
Contacto: ricardotrombino@yahoo.com.ar



Esta mujer con susurro de mares y sal
por la nervadura seca de mis venas en desierto
supo aguardar paciente entre sombra y orilla,
hecha cardumen de manos y sed
hasta una tarde en que la siesta trizó la espera
con luz certera en los vientres
frutando un tiempo nuevo y desnudo de costumbres.

Esta mujer marítima y blanca y cuenco
que mordió en los relojes murmullos y condenas,
que besó paciente mis torpes almanaques y un sueño,
que se mojó de lluvias y se atoró de pedregales,
supo estremecer todo el extravío de mis mapas,
cataclismó fechas y miedos,
el atávico poema de mis dientes pertrechados.

Esta mujer de agua y dedos largos y espesura
atravesó filos de la noche, ausente rostro,
indagó un perfume desaparecido y dónde,
se calcó la poesía en la vena nutriente del insomnio,
cruzó veredas, atardeció la búsqueda y cuánto más;
enladrilló los huecos y vacías respuestas
y se hizo vertiente callada, labio perfumado en ausencia
para gritar toda la frescura y los destinos del nombre


Esta mujer sismo-viento-marea, pasión paciente y exaltada,
caracol de sur en mi arena y mi letargo de canto rodado,
frescura nueva en mi lengua reseca de zonda y extravío,
arrullo que abraza este ronco pecho de frases cansadas,
a veces se llora de tiempo y silencio abismado y basta;

Esta mujer es hoy la puerta, promesa del río, cumbre,
estrella, destello y camino, ala y sílabas nuevas,
sol amaneciéndome la boca y los ojos, el verbo,
remolino al reverso de lágrimas, tajos y pérdidas.
Esta mujer es coraje, ancla y transparencia del abrazo,
es la memoria de todo lo que nombré y aun el horizonte.

Ella y yo,
tan piel adentro, tan sombra y luz,
sucumbidos de dolores y presagios
           atravesamos los siglos
         para llegar a este poema.


...
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El registro de audio está a cargo Damián López (El Andamio Ediciones).

3 comentarios:

  1. Amigo querido : Cuantos recuerdos me trae tu voz. Y si bien no todas las producciones son autoreferenciales a esa mujer de agua creo conocerla . Cuídala como se cuida el agua en un desierto .
    Un abrazo fuerte y cariños.......
    amelia

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  2. Leer este poema es entrar a un paisaje ajeno, sintiendo que no se pidió permiso. Y sonreir.
    Gracias por eso, Ricardo.

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  3. Un amor atravesado por un destino en poema. Bellísimo y en la voz de Ricardo mucho más.
    Gracias Pablo es un caro y sentido regalo a todos los que seguimos el blog
    Helena

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